¿No les resulta extraño que, en 2024, su aseguradora les solicite enviar fotos por correo electrónico o WhatsApp para las inspecciones al contratar un seguro o en el momento de un siniestro? Entonces, ¿cuáles son las soluciones?
Hoy me reúno con Almendra Hermida y Ezequiel Niedfeld, cofundadores de Autoinspector, la insurtech argentina que está escalando rápidamente.
Autoinspector nace para prevenir un problema histórico de la industria: el fraude, y cómo éste impacta dolorosamente ocasionando pérdidas billonarias en todo el mundo. Esta ineficiencia se traslada inevitablemente al precio que pagan las personas por sus seguros, generando una gran exclusión social en la protección. Autoinspector se construyó sobre los siguientes diferenciales: experiencia de usuario tanto de su cliente como del usuario final, validaciones en tiempo real y tecnología escalable. En resumen, podrás crear un app en minutos y contactar a tus clientes, integrándose a través de APIs para estar disponible en tu web, tu app, tus canales de atención y hasta comenzar una inspección desde un QR, como cuando pagás. Con tu identidad de marca, con un diseño ágil y estético. Pero, por sobre todo, validando la información recolectada.
Pensado 100% digital desde su concepción, crearon la infraestructura necesaria, construyendo la plataforma de flujos de verificación con IA para registrar, autenticar y dar trazabilidad a bienes, documentos y personas, a través de la cual es posible conocer la existencia y el estado de esos bienes en cualquier momento, lugar y la cantidad de veces que sean necesarias. Específicamente su IA cumple la tarea de verificar y validar que la información declarada por parte del cliente sea la que se espera y sea la correcta. Esto lo hace a través de computer vision y la combinación de algoritmos complejos de validaciones, que permiten verificar la existencia del bien en ese momento, que tenga las características declaradas e incluso poder evaluar la integridad del mismo.
La clave de la IA en Autoinspector es que acompaña y asiste al cliente durante la ejecución del flujo/inspección: si hay alguna información o imagen que no pasa las validaciones, en ese mismo momento le solicita repetir la acción. Esto es fundamental para las compañías: contar con la información que necesitan y revisada para continuar con el proceso, sin ninguna intervención humana.
La suscripción se lleva cerca del 70% de las inspecciones que generan. Sus clientes valoran la prevención contra el fraude que brindan pudiendo contar con información correcta y verificada para proceder con el alta de póliza, tanto en el ramo de automotores como en el de hogar y vida. La utilización de los flujos en siniestros es variada, teniendo casos de FNOL de denuncias y reclamos, inspecciones/peritajes, como así también muchas investigaciones de fraude remotas. Esto es posible gracias a los datos que se recolectan del usuario a partir de la ejecución del flujo: no sólo la información, fotos y videos, sino también datos fundamentales para una investigación como la geolocalización, el dispositivo utilizado, tiempos y distancias, etc.
Me comentan que el principal desafío de cada caso es entender qué necesita el usuario final en ese momento con la particularidad que tiene cada contexto y a partir de eso, armar el flujo adecuado de ese proceso.
Ahí es donde ocurre la magia: tecnología “no code” como protagonista y articuladora para construir el paso a paso que deseas para tu cliente. Cualquier persona sin saber nada de código puede armar la app de cara al cliente en menos de 20 minutos con la información que quiere recolectar, configurando las validaciones que necesita, el look and feel y tono de voz. ¡Lista para empezar y enviar inspecciones! Totalmente a medida del cliente, cada dueño de negocio, puede armar el paso a paso y crear la mejor experiencia para su cliente.
Los resultados son contundentes: una disminución del 23% en denuncias fraudulentas, que está generando un ahorro importantísimo en pago de siniestros, y un ahorro operativo en esfuerzos administrativos y de investigación ¡doble ganancia! y en una reducción del 35-40% en tareas administrativas, multiplicando la capacidad de análisis de casos. La implementación es rápida, con un promedio de 4 días para lanzamiento y un aumento de facturación del 240% en el último año. El índice de satisfacción supera el 90%, reflejando una excelente experiencia y adopción del usuario.
El desafío de Autoinspector para con los clientes es claro: la simplicidad debe predominar por sobre todas las cosas. Hacen mucho foco en la performance de la app durante la inspección y además tienen su centro de soporte en tiempo real para cualquier consulta o ayuda que se necesite.
Me dicen que en el mercado de intermediarios al principio se sintió un poco de resistencia, pero hoy la utilización de tecnología para las inspecciones está permeando porque comprobaron que la misma es una ayuda más para su trabajo y que el cliente final valora hacer las cosas rápido y fáciles. De hecho es un segmento de clientes que está creciendo, independientemente de que la compañía le brinde la herramienta.
Recientemente llegados a Paraguay con éxito, creen haber llegado en el momento justo para la digitalización de las compañías y me dicen que la evolución tecnológica que está ocurriendo allí es sumamente sorprendente. Este año su desafío es poder asentar Autoinspector en Chile y países del pacífico. Aquí el reto es mayor, debido a que es un mercado más competitivo, más maduro tecnológicamente y con estándares internacionales. Pero entienden que están preparados para eso ya que saben que también que es un paso necesario en su evolución para luego llegar a mercados más grandes como México y Europa. Vienen creciendo como insurtech, vienen desarrollando el producto acompañando a sus clientes y eso les está permitiendo extender cada vez más sus fronteras. Están muy motivados por la respuesta de sus clientes y usuarios, por cómo valoran el servicio y obviamente con todo el equipo detrás de esta gran innovación llamada Autoinspector.